El futbol es un deporte en el cual compiten una gran variedad de equipos con diferentes culturas, tácticas deportivas y donde, la gestión del cambio organizacional es constante.
La similitud con el mundo empresarial es evidente. En este post, nuestro consultor Iñigo Pérez (amante de este deporte y forofo de la Real Sociedad) explica los diferentes esquemas y best practices, que demuestran que el futbol va más allá de 22 jugadores dando patadas a un balón.
¿Qué se entiende por gestión del cambio organizacional en el fútbol?
Para entender el concepto, debemos de hablar de clubes y no de equipos. El club es la entidad deportiva aque conforma los diferentes equipos según la categoría, edad, género, etc.
El esquema organizativo es la idea deportiva, económica y social de un club. Viene definida desde las categorías inferiores. La gestión del cambio organizacional es el conjunto de decisiones estratégicas y tácticas que, influenciadas por los resultadas en más o menos medida, dotan de identidad cultural y deportiva al club.
Vamos a poner ejemplos de diferentes esquemas. Así quedará más claro el concepto:
FC Barcelona: el modelo del compromiso y el propósito
El club de la ciudad condal es uno de los clubes más reconocidos a nivel mundial. Durante más de una década ha sido la envidia de todos por su esquema organizativo. Y, recientemente, mal ejemplo de la gestión del cambio organizacional.
Socialmente, el club apuesta por la idea de la Masía, es decir, por los jugadores nacidos y criados en Cataluña. Esto no solo se traduce en el terreno de juego, sino que en todos los ámbitos del club. Los jugadores conviven en la ciudad deportiva. Generan así relaciones humanas que se traducen en buen juego y química a la hora de jugar. Los jugadores de categorías inferiores que llegan al primer equipo ya saben perfectamente a lo que tienen que jugar.
Damian Hughes lo define perfectamente en su ensayo con los cinco principios esenciales que han permitido al F.C. Barcelona sumar títulos y que se pueden aplicar en cualquier empresa para desarrollar una cultura ganadora de una organización y gestionar su cambio organizacional: visión global (big picture), arco de cambio (arco of change), repetición (repetition), arquitectos culturales (cultural architects) y liderazgo auténtico (authentic leadership).
Athletic Club de Bilbao: el modelo de la comunidad y la identidad
Este caso es parecido al del equipo catalán, pero llevado al extremo. El conjunto vasco es conocido por solo jugar con jugadores nacidos o criados en el país vasco, sin la posibilidad de fichar a gente extranjera.
Esta filosofía crea un sentimiento de unión y de exclusividad entre el club y los aficionados que luego se traslada claramente en el estadio a la hora de animar al club. Rory Smith, redactor jefe de fútbol del NYT, lo resume perfectamente, «al reclutar solo jugadores locales, el club vasco no solo ha forjado una identidad única, sino que ha generado una mentalidad entre sus aficionados».
El Athletic es un club caracterizado por tener una de las mejores aficiones a nivel nacional y mundial. Los aficionados se sientes orgullosos de la filosofía del club. Muchos dejarían de animar si los altos directivos deciden cambiar la filosofía y fichar a jugadores de fuera del país vasco.
El Athletic ha elegido priorizar su modelo sobre sus ambiciones, y para ellos, el cambio no siempre tiene que ser visto como una virtud. El valor de un equipo no siempre tiene que ser medido exclusivamente por la posición de la liga. Y, por lo tanto, la gestión del cambio organizacional no depende de resultados, sino que está ligada a unos valores identitarios conocidos y aceptados por la afición.
Borussia Dortmund (modelo de ingeniería) y Oporto (modelo de distribución)
En este último caso, analizamos dos clubes que se distinguen por un esquema organizativo similar y están en la primera línea de la elite europea. Estos son los casos del Borussia Dortmund y el Oporto.
Estos clubes tienen una similitud, compran barato y venden caro. Básicamente, cultivan una mentalidad de ingeniería para resolver problemas o contratar jugadores. Este modelo permite a las empresas crecer muy rápido.
Se centran en rastrear el mercado y fichar jóvenes promesas que juegan en ligas inferiores y a un coste muy bajo. En su caso, los jugadores, ven que ir a cualquiera de estos clubes es un paso perfecto para desarrollarse profesionalmente, ya que tendrán las condiciones y el entorno perfecto para jugar y mejorar.
Los directores deportivos hacen un trabajo excepcional a la hora de rastrear y explorar el mercado de fichajes para encontrar los mejores “chollos” del mercado futbolístico.
Estos clubes se sostienen en la elite europea, ya que a pesar de no tener una masa patrimonial como los grandes, venden a sus estrellas cada mercado de fichajes por un valor muy superior al que lo han comprado.
Sin embargo, en situaciones de crisis institucional la gestión del cambio organizacional se desconecta de la afición y la caída a los abismos es muy rápida también. No hay cultura ni compromiso entre los jugadores y trabajadores para superar nuevos retos y luchar por algo más que la clasificación deportiva.
Importancia de la identidad en la gestión del cambio organizacional
Los ejemplos comentados serían unas best practices que cualquier empresa llevada a su ámbito, podría intentar imitar para sacar el máximo rendimiento.
Sin embargo, hay muchos clubes (y empresas) que no tienen una estrategia fija y eso se traduce en no tener un modelo de juego, cambios de entrenadores continuos y no tener una identidad que les defina en el mundo del futbol.
En épocas de transformación, la gestión del cambio organizacional se vuelve una tarea imposible.Sin identidad y sin rumbo, nunca llegaremos a ser sostenibles a largo plazo, ni conseguiremos crear un posicionamiento diferencial.
Conclusiones
Lo que hemos estado comentando durante este blog son varias de las múltiples estrategias, filosofías o esquemas organizativos, que pueden llegar a tener los clubes de futbol.
Esto es totalmente aplicable al mundo empresarial. Una empresa, sociedad o grupo, para ser reconocido y tener una ventaja competitiva, debe tener la capacidad de poder gestionar cualquier cambio organizativo.
Debemos tener clara cual quiere ser su meta y empezar a trabajar en ella desde lo más simple. Así se puede crear un entorno propicio para que todas las personas alineen sus propósitos con el de la empresa y siempre vayan en una única dirección.
El éxito necesita un planteamiento estratégico
En definitiva, los cambios han venido para quedarse, pero las ventajas de la economía digital tanto para las personas como para las empresas son innegables. No obstante, para que las empresas lleven a cabo una estrategia empresarial exitosa, es necesario plantearse y diseñar una reestructuración del negocio antes de llevar a cabo la implementación de las nuevas tecnologías. Es decir, tan solo el utilizarlas no implicará una transformación. Si quieres comenzar con esta transición y tienes dudas al respecto, contacta con nosotros y cuéntanos. Podemos asesorarte. ¡Te esperamos!
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