Cuando hablamos de ecosistemas de innovación, rápidamente nos vienen a la mente palabras como startups, centros tecnológicos, etc… y no está mal, pero los ecosistemas de innovación empiezan en las personas que crean sistemas y es, a través de estos, que se atrae talento y conocimiento externo para conseguir los objetivos.
En este post no queremos volver a incidir en el concepto de open innovation o en otros relacionados como el corporate venture. Queremos enfocarnos en cómo son esas personas que empujan de la innovación en las empresas y provocan efectos transformadores en sus organizaciones. Además profundizaremos en la estrategia empresarial de innovación y la toma de decisiones para, finalmente, reencontrarnos con el concepto de ecosistema colaborativo.
Mirada en el día a día y mirada holística.
Hay dos capacidades que cualquier líder de innovación posee: una es la de combinar la gestión del corto plazo de su negocio con la de pensar en el futuro y la otra, la de tomar de decisiones y escoger las métricas adecuadas para medir el retorno y las consecuencias de las mismas.
El día a día es el peor enemigo de las pymes y provoca que caigamos en el famoso micro management. Llega un momento que confundimos lo urgente con lo indispensable y viceversa. Olvidamos que lo hacemos hoy repercute en nuestro mañana, de la misma manera que si no hacemos nada con vistas al futuro, en el largo plazo no sucederá nada o, al menos, nada que hayamos planeado o previsto.
Se necesitan lideres de innovación que posean una mirada holística del negocio y de la organización. Esta capacidad permite aparcar o delegar lo urgente y centrarse en lo indispensable para el crecimiento de la empresa. A menudo, esto no es tarea de una única persona, pero si será tarea suya detectar personas en las que poder apalancarse para que la innovación sea importante en el día a día. Por eso decíamos al principio que los verdaderos ecosistemas de innovación empiezan a construirse desde los líderes.
La innovación significa tomar decisiones.
En cualquier faceta de un negocio se deben tomar decisiones y el campo de la innovación no es la excepción. En su contra, cuenta con la incapacidad de muchas organizaciones para medir y evaluar los resultados de los departamentos y proyectos de innovación.
Respecto a la toma de decisiones, las empresas deben elegir entre diferentes oportunidades de crecimiento a desarrollar. Muchas veces el riesgo es alto y, normalmente, a mayor riesgo se requiere mayor grado de innovación. En esa toma de decisión puede suceder que se elija la opción más factible y por lo tanto, la de menos riesgo. Cuando se consigue el objetivo, la empresa se da cuenta que el impacto no es nada del otro mundo y lo achacan a la falta de innovación. Si la decisión que se ha tomado va en sentido contrario, es decir, se opta por una oportunidad de riesgo, en muchas ocasiones se pierde la paciencia y surge la frustración.
El primer caso anterior es un claro síntoma de falta de estrategia empresarial en innovación. Llaman innovación a la mejora continua, que no es un arma de crecimiento, sino de defensa.
El segundo caso es un claro ejemplo de falta de ecosistema de innovación. Las inversiones en nuevas oportunidades no solo requieren músculo financiero, también requieren conocimiento, capacidades y habilidades que no están dentro de nuestras organizaciones. Antes de enfrentarnos a oportunidades que exceden nuestras posibilidades, asegurémonos de que tenemos ecosistemas de innovación a los que recurrir.
Y, finalmente, en ambos casos suele suceder que las empresas gestionan y miden los proyectos de innovación como un proyecto tradicional. La gestión de este tipo de proyectos debe partir desde la gestión de la propia incertidumbre que llevan asociada. Se debe asumir que no se conoce el resultado, ni los pasos intermedios, ni lo que obtendremos en esos pasos, ni el tiempo que emplearemos. Solo sabemos que se avanza en una dirección y que el camino se nos irá revelando a medida que progresemos. Por esta otra razón son tan importantes los ecosistemas de innovación, por que es mejor caminar acompañado que solo.
Concepto de ecosistemas de innovación
De la misma manera que decíamos que los ecosistemas de innovación nacen de las personas, debemos añadir que para crear uno, antes se precisa de un sistema de innovación en la propia empresa. Hemos destacado la dificultad para medir el avance y el éxito de los proyectos de innovación. Y esta dificultad suele ser la principal causa de fracaso de la innovación en las empresas.
Pero no la única. Otra muy importante es la falta de un sistema de innovación. Los sistemas de innovación son el conjunto de procesos, reglas, herramientas y objetivos que necesita cualquier compañía para sentirse segura en la incertidumbre que lleva asociada la acción de innovar. Fijar los límites y añadir marcadores de medición como el conocimiento conseguido, alianzas creadas, desarrollo de carreras profesionales, nuevos inputs para los departamentos de I+D o de desarrollo de negocio, son indicadores que nos muestran el impacto en el medio y largo en el negocio de nuestra empresa.
A medida que el sistema de innovación madura, ya es posible incluir otros indicadores más relacionados con la rentabilidad y el retorno de la misma. Los proyectos estarán más maduros y muchas ideas empezarán a ser una realidad en el mercado.
Una vez tenemos nuestro propio sistema, puede ser un buen momento para iniciar el diseño y creación de nuestros ecosistemas de innovación. No antes. Nuestra manera de trabajar, nuestros objetivos y nuestras limitaciones nos marcarán cómo nos queremos relacionar, con quién, por qué y para qué.
El éxito necesita un planteamiento estratégico
En definitiva, los cambios han venido para quedarse, pero las ventajas de la economía digital tanto para las personas como para las empresas son innegables. No obstante, para que las empresas lleven a cabo una estrategia empresarial exitosa, es necesario plantearse y diseñar una reestructuración del negocio antes de llevar a cabo la implementación de las nuevas tecnologías. Es decir, tan solo el utilizarlas no implicará una transformación. Si quieres comenzar con esta transición y tienes dudas al respecto, contacta con nosotros y cuéntanos. Podemos asesorarte. ¡Te esperamos!
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