Hay dos debates que suelen suscitar mucha polémica. El primero acerca de las características del líder perfecto y el segundo segundo, sobre la dicotomía si el hombre es mejor líder que la mujer o viceversa. Se ve venir, al menos desde nuestro punto de vista, que la respuesta no es blanca ni negra. Sin embargo, deseamos adelantar una premisa antes de continuar:
Veremos más adelante como en la transformación digital, la gestión de la innovación y en los modelos organizativos de nuestras organizaciones el papel de la mujer será clave. Es más, no se entenderá sin ella. De hecho, como durante toda la historia de la humanidad, por mucho empeño que los hombres hayan puesto para eliminarla.
¿Qué significa potenciar el lado femenino para una hombre?
Los hombres lo tienen mucho más fácil para ascender en la escala de poder y convertirse en el líder perfecto. No estamos descubriendo nada nuevo. El estilo de liderazgo y la tecnología nace de la cultura patriarcal de nuestra sociedad. Los hombres han ejercido un papel predominante, relegando a la mujer a papeles secundarios. Por lo tanto, es lógico que el el estereotipo de un buen líder venga marcado por valores masculinos. Al hombre le sale natural.
Esta vara de medir y manera de evaluar tan arraigada es el primer obstáculo que se encuentran las mujeres para ascender, pues el estilo de liderazgo nace desde valores diferentes (ni mejores ni peores), que a menudo no son apreciados por sus superiores (hombres) por que no casan con el estándar masculino de liderazgo.
El liderazgo del hombre, sin entrar en estereotipos, puede ser más pragmático, individualista, orientado a objetivos y transaccional. En el caso de las mujeres, aportan una mayor habilidad para escuchar, el deseo a formar consenso, la orientación a las personas, la tendencia a la cooperación y la atención al riesgo. Lo más importante, son expertas en manejo de crisis y en adaptarse a los cambios.
Todos los valores y habilidades de la mujer están presentes en el hombre. El directivo masculino tiene un lado femenino. Una de las habilidades a potenciar por los hombres es el dejar aflorar a la mujer directiva que tiene en su interior.
En la medida que los hombres feminicen el estilo de liderazgo, más mujeres podrán ascender de manera natural a puestos directivos, pues el estándar de gestión se neutralizará y la valoración no se hará sesgada desde una visión patriarcal.
¿Qué significa potenciar el lado femenino para una mujer?
En general, podríamos afirmar, que las mujeres que han llegado a puestos directivos ha sido gracias a que han adaptado su liderazgo a los estándares masculinos. De manera consciente o inconsciente. Y esto ha provocado un encaje reconocible por los hombres con los estándares patriarcales de gestión.
Pero la solución, tampoco pasa gestionar como una mujer. El liderazgo femenino tiene tantas ventajas y desventajas como el masculino. Además, el estilo de liderazgo actual (por muy masculino que sea) ¿habrá hecho algo bien para poder conseguir los niveles de prosperidad actual?
Desde nuestro punto de vista, la mejor mujer directiva y líder perfecto será aquella que sepa aportar su lado femenino al estilo de liderazgo actual. Se necesitan líderes pragmáticos, capaz de tomar decisiones, pero también se necesitan líderes que sean capaces de gestionar negocios en entornos VUCA. Y para estos entornos no hay mejor líder perfecto que una mujer.
En definitiva, no se trata de denostar todo lo recorrido hasta ahora, ni queremos empezar una guerra de sexos. Queremos poner en valor las ventajas de ser mujer al mundo del management y de la estrategia empresarial. En la economía digital, sin duda una bala en la recámara para cualquier mujer, y un tremendo reto para cualquier hombre.
El éxito necesita un planteamiento estratégico
En definitiva, los cambios han venido para quedarse, pero las ventajas de la economía digital tanto para las personas como para las empresas son innegables. No obstante, para que las empresas lleven a cabo una estrategia empresarial exitosa, es necesario plantearse y diseñar una reestructuración del negocio antes de llevar a cabo la implementación de las nuevas tecnologías. Es decir, tan solo el utilizarlas no implicará una transformación. Si quieres comenzar con esta transición y tienes dudas al respecto, contacta con nosotros y cuéntanos. Podemos asesorarte. ¡Te esperamos!
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