La economía digital hace referencia a toda aquella actividad que utiliza la comunicación electrónica y las tecnologías digitales para el intercambio y compra de bienes y servicios. Además, este término también incluye la forma en que estos productos se comercializan.
El concepto evolucionó a partir de la década de los noventa cuando el término se dio a conocer en 1995 con la publicación del libro de Don Tapscott ‘La Economía Digital: promesa y peligro en la era de la inteligencia en redes’. Tiempo después, esta idea se amplió hasta incluir la creación de nuevos tipos de empresas con vocación puramente digital.
Veamos los principales ejes que cimientan la economía digital:
- Internet. Por un lado, permite a las empresas poner sus bienes y servicios a la venta. Por otro, posibilita a los consumidores buscar aquello que necesitan.
- Comunicación electrónica. Los mensajes, correos electrónicos, llamadas y todo tipo de comunicaciones digitales permiten un intercambio de información instantánea y sumamente económica en todo el mundo.
- Automatización digital. Las empresas pueden utilizar el poder de procesamiento de los ordenadores para tomar decisiones sobre la producción, los precios y el cómo llegar a los consumidores.
- Pagos digitales: tarjetas de crédito, Apple Pay, Google Pay, bitcoin, transferencia bancaria. La economía digital nos mueve hacia una sociedad sin efectivo.
- Automatización. Cada vez más, la economía digital se basa en la inteligencia artificial, el uso masivo de datos electrónicos y la tecnología automatizada.
- Redes sociales. Las redes sociales también son un aspecto de la economía digital en cuanto al papel que desarrollan en los comercios.
Con el paso tiempo, la economía tradicional ha adoptado aspectos de la economía digital. Incluso algunas empresas han dejado atrás su tienda física para vender directamente desde un comercio electrónico, entregado sus productos a los hogares de los consumidores. Es más, empresas como Netflix o Spotify no necesitan usar ningún producto físico, y toda su oferta se transmite a través de Internet.
Ventajas de la economía digital
Mayor información
Internet ha permitido que los consumidores tengan más información y opciones a la hora de comprar bienes y servicios. Un ejemplo de ello es que facilita la comparación de precios entre empresas y productos en todos los sectores. También permite al usuario disponer de una mayor información de manera instantánea.
Ahorra tiempo
Según el informe de DigitalEs, un consumidor puede ahorrar hasta 14 horas al mes evitando desplazamientos y tiempos de espera a través de la compra digital. De hecho, el estudio afirma que el 42% de los españoles prefieren adquirir sus productos por Internet para ahorrar tiempo. Es más, el usuario invierte 4 horas menos de media al mes en el acceso a la información gracias a las búsquedas en formato online y al acceso a documentación digital. Búsquedas que antes realizada mediante los métodos clásicos de consulta, como, por ejemplo, bibliotecas y enciclopedias.
Costes reducidos
Una economía digital permite a las empresas eliminar un aspecto de la cadena minorista y enviar productos personalizados directamente desde la fábrica o el almacén a las personas, en lugar de a través de las tiendas. Esto permite reducir costes y configurar precios más bajos. Igualmente, los negocios pueden ahorrar dinero en el alquiler de locales si gestionan la mayor parte de sus negocios a través de Internet.
Personalización
Una economía digital permite una mayor personalización de la que sería posible con la economía tradicional. Por ejemplo, una tienda tradicional solo tendría espacio para almacenar una cierta cantidad de stock de productos en un determinado tamaño o color. Con la economía digital, en cambio, el consumidor puede elegir cualquier preferencia y luego el producto puede fabricarse a medida. Por ejemplo, ropa personalizada que tiene tamaños y colores particulares para adaptarse a las preferencias individuales.
Reduce las barreras de entrada
En algunos mercados, los aspectos de la economía digital facilitan la entrada de nuevas empresas. Si un emprendedor tiene una idea innovadora que se pone de moda, puede crear un nuevo producto que desafíe a las empresas tradicionales. La economía digital ha traído muchos servicios nuevos que antes eran inconcebibles, como entregas a domicilio en línea para comestibles o aplicaciones de citas.
Almacenamiento de datos
La producción masiva de datos puede ayudar a informar a los gobiernos y organizaciones sobre lo que está sucediendo en la economía. Por ejemplo, en el seguimiento de la propagación de COVID-19, el uso de una aplicación en teléfonos móviles nos ha permitido rastrear los focos locales en tiempo real para evitar el contagio.
Trabajo en remoto
La economía digital ha sido un gran activo frente a la pandemia. Sin tecnologías digitales, el declive de la actividad económica habría sido aún mayor. Gracias al trabajo en remoto, las personas que trabajan desde casa cuentan con un mayor margen de maniobra y tienen una mayor flexibilidad en sus horarios (una ventaja para la conciliación familiar). Igualmente, en los últimos meses, el teletrabajo ha posibilitado reducir el contacto y la propagación de un virus. La ausencia de desplazamientos también ayudar a reducir la congestión del tráfico y en consecuencia, la contaminación.
En definitiva, las ventajas de la economía digital tanto para el consumidor como para la empresa son innegables. No obstante, para que las empresas lleven a cabo una transformación digital exitosa, es necesario plantearse y diseñar una reestructuración del negocio antes de llevar a cabo la implementación de las nuevas tecnologías. Es decir, tan solo el utilizarlas no implicará una transformación. Si quieres comenzar con esta transición y tienes dudas al respecto, contacta con nosotros y cuéntanos. Podemos asesorarte. ¡Te esperamos!