La importancia de gestionar el portfolio de productos
El concepto de «portfolio de productos» emerge como un pilar fundamental para el éxito sostenible de una empresa. Este término se refiere a la colección de productos y servicios que una organización ofrece a sus clientes. Sin embargo, la simple acumulación de productos no garantiza el éxito; es la gestión y optimización efectiva de este porfolio lo que puede marcar la diferencia entre el crecimiento y el estancamiento.
Uno de los criterios cruciales para ordenar y gestionar este porfolio es la noción de «nuevo producto«. La innovación es la fuerza impulsora detrás del crecimiento en el mundo empresarial actual. La clave radica en comprender y medir el grado de novedad e innovación que un producto aporta al mercado y a la propia empresa. Este enfoque puede dividirse en dos dimensiones principales: la novedad respecto al mercado y la novedad respecto a la empresa.
La dualidad de la novedad del producto
La novedad del producto puede evaluarse desde dos perspectivas cruciales: su novedad en el mercado y su novedad dentro de la empresa. En términos de novedad en el mercado, se puede considerar hasta qué punto el producto es innovador en comparación con los productos existentes en su categoría. En el extremo más innovador se encuentra la posibilidad de que el producto inaugure una nueva categoría por completo, lo que suele ir acompañado de un alto potencial de recompensa pero también de un riesgo significativo.
Por otro lado, la novedad del producto dentro de la empresa implica evaluar si la organización ya ha producido o vendido dicho producto. En algunos casos, la competencia puede haber lanzado productos similares, incluso si la empresa en cuestión no lo ha hecho. Esto plantea un desafío en términos de cómo la empresa puede mantenerse competitiva en un mercado ya poblado por productos similares.
Estrategias para la gestión del portfolio de productos
- Definición de «Nuevo Producto» para la empresa: perspectiva de I+D y operacional: Una definición clara de lo que constituye un «nuevo producto» desde la perspectiva de I+D y operacional es esencial para una gestión eficaz del portfolio de productos. Esto implica que la empresa debe trazar límites claros para determinar si un producto se considera nuevo en función de las innovaciones tecnológicas que introduce o de las mejoras sustanciales que aporta al mercado existente.
- Análisis de lanzamientos recientes y diferenciación de la competencia: La revisión de los productos lanzados en los últimos 3-5 años y su clasificación proporciona una visión clara de la dirección en la que se ha estado moviendo la empresa. ¿Se han lanzado productos que difieren significativamente de lo que ofrece la competencia? ¿Cuál ha sido la tasa de éxito de estos lanzamientos? Estas preguntas pueden ayudar a la empresa a identificar áreas donde necesita mejorar su enfoque de innovación y distinguirse en el mercado.
- Cálculo de la ratio de productividad del proyecto y comparación sectorial: El tiempo y los recursos son valiosos en el desarrollo de nuevos productos. Calcular la ratio de productividad de los proyectos más intensivos en recursos puede revelar insights cruciales sobre la efectividad de la inversión en innovación. ¿Qué proyectos han aportado los mayores beneficios en comparación con los recursos invertidos? Además, es importante comparar estas ratios con las del sector para determinar si la empresa está a la par con las tendencias y los estándares del mercado.
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