Durante los últimos años, la gestión del cambio y de los recursos humanos ha ido evolucionando desde su función más básica (contratación, formación y curva de desarrollo) hacia un nuevo escenario de mayor aportación de valor.
En dicho escenario, los gestores de recursos humanos están incorporando el pensamiento estratégico sobre la condición humana y cómo esta influye en la fuerza laboral del futuro. Dirigir la mirada en esta dirección es una oportunidad para que los recursos humanos puedan construir organizaciones fuertes y ayudar a las personas a desafiar la extraordinaria presión vectorial de una economía digital y globalizada.
Por este motivo, los recursos humanos van a tener un papel fundamental en la gestión del cambio dentro de las empresas y adquirir una posición de mayor influencia en la estrategia empresarial.
No es un simple cambio, es una evolución decidida
Esto no quiere decir que la contribución de los recursos humanos en la productividad y la eficiencia empresarial haya dejado de ser importante. Simplemente, que las funciones clásicas de evaluación del desempeño, optimización de recursos, control de los costes laborales o cumplimiento de buenas conductas, serán un must en la gestión del cambio.
Seguirán siendo funciones importantes, pero no representarán fuentes suficientes de aportación de valor en la estrategia empresarial. Estas funciones quedarán relegadas a un plano más operativo.
Listos para el Rock&Roll
Un entorno tan cambiante y dinámico como el de la economía digital y la globalización va a requerir una reorientación radical de funcionamiento en las organizaciones y de la gestión del cambio. Esta piedra filosofal es, y seguirá siendo, el mayor de los desafíos para los gestores de recursos humanos. Actualmente, nadie es capaz de saber cuál será la fórmula para conseguir el máximo potencial de las personas.
Sin embargo, hay consenso sobre una idea central. Las condiciones de cambio son tan rápidas, continuas y profundas que para la mayoría de los líderes de recursos humanos el desarrollo incremental de la organización será insuficiente. Hacer frente a la 4ª revolución industrial será como bailar un rock and roll.
Por este motivo, los líderes de recursos humanos más atrevidos, están poniendo en práctica modelos de gestión del cambio que fomenten el desarrollo exponencial de la organización.
La evolución empieza con el deseo de revolución
La capacidad de transformación continua es la base sobre la que las organizaciones van a empezar a trabajar actualmente. Siendo imprescindible la aceleración del aprendizaje, la cooperación y la capacidad de las personas para afrontar las adversidades y retos de futuro. Además de gestionar el día a día, las personas tendrán que desarrollar nuevas destrezas para desafiar la realidad con iniciativas y proyectos de alto impacto.
Por este motivo, el mayor reto de los recursos humanos es preparar a la organización y a sus personas para vivir tiempos de revolución.
¿Debo de invertir en recursos humanos o es suficiente con lo que tengo?
Agotado el modelo de la economía industrial y en pleno trampolín hacia el futuro de la economía digital, la transformación de los negocios es imparable. Los nuevos modelos de consumo han ido imponiéndose. Las empresas con negocios más consolidados han tenido que adaptar sus estrategias para mantenerse competitivas.
Las empresas que están sacando mayor ventaja de esta situación son las que han sabido generar las condiciones necesarias para adquirir las capacidades de evolución e innovar a través de nuevos modelos de consumo. Este tipo de organizaciones han sabido explorar nuevos enfoques comerciales y poner en marcha nuevas fórmulas de trabajo sin poner en riesgo el legado del negocio.
Sin duda, es el momento idóneo para preguntarse si los recursos humanos han sido una ficha clave en esta evolución, y si merece invertir en esta área de la empresa para fortalecer la estrategia empresarial.
En nuestra opinión, la inversión en el área de recursos humanos no será un gesto caprichoso, sino la primera inversión de base para dar impulso al proceso de reorientación estratégica. Si el éxito de cualquier estrategia empresarial depende de la capacidad de las las personas llevarla a cabo, todo indica que el papel estratégico de los recursos humanos seguirá siendo innegable a partir de ahora.
Creatividad y cultura de desafío
Competir en la economía digital es, ante todo, comprender una realidad compleja. Y para comprender esta realidad, la organización debe hacer frente a este fenómeno. Aprender, cooperar y dar los primeros pasos. De hecho, la economía digital cambia algunos de los conceptos básicos de la estrategia empresarial y de la gestión del cambio.
Por ejemplo, el primer concepto tiene que ver con la planificación estratégica. Sin restarle importancia a este concepto, se ha de reinventar la su significado dejándole más espacio a la experimentación estratégica. Pensar, decidir y crear. Y pasado un tiempo, afinar el modelo teniendo muy claro que los retos empresariales se resuelven con creatividad y anticipación.
La economía digital requiere una aproximación distinta a la hora de poner en marcha nuevas estrategias. Los equipos de trabajo deben anticiparse y ser más pioneros. Aprendiendo a anticiparse y a afrontar los retos empresariales con mayor proactividad. Buscando soluciones creativas y siendo respaldados por una cultura empresarial sólida y preparada para abordar mayores riesgos. Porque no habrá mayor riesgo que no aprender a arriesgar.
Avanzar con agilidad y determinación en la transformación de los negocios de manera proactiva será la nueva capacidad maestra en las organizaciones y, por tanto, un elemento fundamental de la cultura empresarial. De esta manera, las personas gozarán de las condiciones idóneas y los instrumentos necesarios para contribuir tanto individualmente como colectivamente en la estrategia empresarial.