Nos hemos decidido a escribir este post con el ánimo de aportar un poco de luz a aquellos que tengáis inquietudes sobre la inteligencia artificial, os preguntéis que se supone que es y que horizonte viable de éxitos y fracasos se prevé. Para hacer justicia, la mayoría de lo que explicamos aquí es material extraído de la obra “Superinteligencia” de Nick Bostrom. Os la recomendamos encarecidamente.
¿La inteligencia artificial ya existe?
Hagámonos una composición de lugar y en qué punto se encuentra el desarrollo de la inteligencia artificial. Tengamos en cuenta lo siguiente:
- No hay consenso social (quizá por desconocimiento o por la complejidad del tema) a la hora de diferenciar entre IA, un simple programa de ordenador y la automatización de un proceso estadístico tradicional. Esta dificultad a menudo es aprovechada para elevar a la categoría de inteligencia cualquier tecnología que no supera la complejidad de una hoja de cálculo.
- No se conoce cómo funciona el cerebro, ni se sabe cómo surgió la inteligencia tal y cómo la concebimos. El órgano que nos define como especie es un gran desconocido para nosotros. Es más, no existe consenso sobre cuantos cerebros tenemos en realidad. Existen neuronas en el corazón y en el aparato digestivo, pero ¿forman parte del cerebro?, ¿influyen en la toma consciente de decisiones?, etc.
- Se está trabajando y se han conseguido logros parciales en la replica de mecanismos cognitivos mediante hardware y software electrónico, pero muy limitados por la capacidad actual de computación y almacenamiento. En realidad sabemos mucho del cómo funciona el cerebro biológico (causa/efecto), pero muy poco del por qué funciona de esa manera determinada.
Inteligencia artificial vs. súper inteligencia
Se confunde la inteligencia artificial con la súper inteligencia, o lo que es lo mismo, la ciencia con la ciencia ficción (al menos por el momento).
La inteligencia artificial se podría definir cómo “una que puede desempeñar la mayoría de las profesiones humanas, al menos igual de bien que un ser humano típico”, mientras que una superinteligencia seria “cualquier intelecto que excede en gran medida el desempeño cognitivo de los humanos en prácticamente todas las áreas de interés”.
La inteligencia artificial es el primer paso, el más realista y para el que se está trabajando, la súper inteligencia entra en el campo de la metafísica y será una consecuencia, un salto al abismo, con implicaciones muy difíciles de predecir, aunque hoy en día la mayoría son catastrofistas y orbitan alrededor de guiones cinematográficos inspirados en Matrix o Terminator.
El largo camino hacia una inteligencia inteligente
¿Qué líneas de trabajo existen o se han evaluado para conseguir una inteligencia artificial avanzada y equiparable a la inteligencia humana? Básicamente cinco:
Desde la tecnología
1. Inteligencia artificial: cualquier sistema de inteligencia artificial general debe basarse en la capacidad de aprender, en la habilidad para gestionar la incertidumbre y en la capacidad para crear conceptos. El primer intento fue la máquina infantil de Alan Touring, seguida de la aparición de algoritmos genéticos que reproducen o direccionan el proceso evolutivo y de aprendizaje que un cerebro experimenta desde su nacimiento. Actualmente también se habla de “IA seminal”, que sería capaz de mejorar su arquitectura.
2. Emulación del cerebro completo: se basa en la creación de un software inteligente a partir del escaneo y modelado de un cerebro biológico. Ya existen modelos informáticos de neuronas y procesos neuronales, pero volvemos a insistir que lo difícil es averiguar el por qué y no el cómo, por esta razón el objetivo en esta línea de trabajo se reduce a conseguir las propiedades suficientes y esenciales que permitan a una inteligencia realizar un trabajo intelectual determinado. Es muy probable que algunos de los otros caminos de desarrollo tengan éxito antes de que la tecnología haga posible la emulación parcial de un cerebro biológico.
Desde la biología
3. Mejorar el funcionamiento biológico: entramos en el campo de la biología, la genética, la cría selectiva y las condiciones de vida (por ejemplo, los beneficios que se conseguirían por el aumento en la ingesta de yodo en el tercer mundo serían enormes). En esta línea de trabajo no se necesita tecnología, de forma natural se podría aumentar el talento global, como se crean y modifican razas de otros animales. Ya se intuyen las implicaciones éticas y morales que acarrean caminos como éste, pero cabría preguntarse si a largo plazo, es una de las alternativas más seguras y más éticas para la supervivencia como especie y la de nuestro planeta y toda su biodiversidad.
4. Interfaces cerebro – ordenador: o la creación de ciborgs. Se trata de actuar quirúrgicamente en áreas concretas del cerebro biológico (memoria, sentidos,…) para aumentar sus prestaciones. De nuevo es una forma de intervención para la que no se necesita conocer el por qué, sólo el cómo y el dónde. La aplicación más directa de los resultados de esta línea de trabajo es la medicina, resolviendo lesiones que provoquen parálisis, pérdida de capacidades cognitivas, etc…
Desde la organización y los sistemas
5. Redes y organizaciones: las redes son el tipo de organización que nos permitirá dar un salto evolutivo en nuestro modelo social y económico. La inteligencia colectiva es un concepto muy interesante en tanto en cuanto el esfuerzo común se pone al servicio de la resolución de problemas de interés mayoritario. Particularmente creemos que esta la línea de trabajo es la de mayor potencial, pero somos conscientes de que para conseguirlo es necesario una gran cantidad de esfuerzo para que las personas y las organizaciones adopten una actitud de adaptación constante a un entorno cambiante que es muy difícil de gestionar. Por ejemplo, internet es un primer experimento en este sentido y todo su potencial está por explotar.
¿Qué horizonte se prevé? Se sabe con seguridad que se conseguirá, no hay razón para pensar lo contrario. También se sabe que hasta llegado ese punto muchas de las incógnitas que hoy existen no se resolverán. Y que ese punto puede ser la temida “singularidad”, donde la inteligencia creada de repente, se haga más inteligente y tome conciencia de sí misma. De momento la inteligencia colectiva ya existe y está trabajando en un problema de interés mayoritario que es la IA.
El éxito necesita un planteamiento estratégico
En definitiva, los cambios han venido para quedarse, pero las ventajas de la economía digital tanto para las personas como para las empresas son innegables. No obstante, para que las empresas lleven a cabo una estrategia empresarial exitosa, es necesario plantearse y diseñar una reestructuración del negocio antes de llevar a cabo la implementación de las nuevas tecnologías. Es decir, tan solo el utilizarlas no implicará una transformación. Si quieres comenzar con esta transición y tienes dudas al respecto, contacta con nosotros y cuéntanos. Podemos asesorarte. ¡Te esperamos!
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