No acabamos de entender la innovación abierta. Se confunde o se intenta explicar desde conceptos como el corporate venture o el intraemprendimiento. Se conceptualiza desde la mera inversión financiera la responsabilidad social corporativa o la justificación marketiniana de una innovación que realmente no existe. Nada más lejos de la esencia de lo que significa innovar con otros, alineado con una estrategia y desde las necesidades del mercado.
En el paradigma de la innovación abierta existen dos aspectos clave que, muy a menudo se olvidan: el primero es el propósito y el segundo la soberbia. El primero se olvida por defecto y la segunda por exceso.
El propósito es el aglutinador de la innovación abierta
Comentábamos al inicio que solemos confundir innovación abierta con mecanismos como el corporate venture. Aunque es cierto que muchas compañías trabajan desde la estrategia empresarial y construyen procesos eficientes de búsqueda, identificación e inversión de startups; también es cierto que muchas de esas inversiones no acaban por integrar el valor que aportan a la propuesta global de la compañía.
A nuestro juicio, no se debe a una incompatibilidad de las culturas de la corporación y la startup, si no que es simple y llanamente una incompatibilidad o inexistencia de propósitos. Nos referimos tanto a la corporación como a la startup. Cuando la división de corporate venture realiza una inversión, la mayoría de las veces, en las due dilligence se pasa por alto que las startups tienen un potente propósito fundacional. Perder este propósito al ser adquiridas o participadas equivale a la pérdida de aquello que une al equipo, de la ilusión por avanzar y de la justificación de tanto sacrificio.
En el sentido contrario también existe esta falta de visión. Una estrategia de innovación abierta que busque oportunidades cuyo propósito no coincida con el de la empresa tradicional están condenada al fracaso. Startups que persiguen el mero objetivo de ser compradas no harán ningún esfuerzo por integrarse en una cultura externa y están condenadas a desaparecer como grupo y que su tecnología sea absorbida por los departamentos de la corporación.
Así pues, somos de la opinión que cualquier estrategia de innovación abierta debe nacer desde el propósito de la compañía y, a partir de ahí, incluir de manera compatible variables como las necesidades de clientes, criterios financieros, de diversificación, de crecimiento, entre otros.
La soberbia es la venda en los ojos de la innovación abierta
Ya seas startup o corporación no puedes ir por el mundo como si fueras único e indispensable. No lo eres o, al menos, no lo serás siempre. Si algo necesitas en un ecosistema de innovación abierta es ver y que te vean. Si continuamente te estás mirando el ombligo, es muy posible que no veas a nadie ni a nada más. Y seguro que cuando te vean mirándote el ombligo, ni siquiera se acerquen.
El adjetivo «abierta» incluye humildad, cooperación, compartir y construir. Si no necesitas nada de eso, tampoco necesitas pertenecer o crear un ecosistema de innovación abierta. Demasiadas empresas y startups cometen este error. Esto provoca que se produzcan muchas menos sinergias que las corresponderían al potencial del ecosistema en cuestión.
Todo tiene su explicación. Pasar de un entorno competitivo y proteccionista a otro como un ecosistema de innovación abierta, donde de repente debemos reconocer que no lo sabemos todo y estamos obligados a ser más transparentes no es fácil. Genera inseguridad en las organizaciones, que se traduce en la aparición de mecanismos psicológicos de autoprotección como la soberbia.
El éxito necesita un planteamiento estratégico
En definitiva, los cambios han venido para quedarse, pero las ventajas de la economía digital tanto para las personas como para las empresas son innegables. No obstante, para que las empresas lleven a cabo una estrategia empresarial exitosa, es necesario plantearse y diseñar una reestructuración del negocio antes de llevar a cabo la implementación de las nuevas tecnologías. Es decir, tan solo el utilizarlas no implicará una transformación. Si quieres comenzar con esta transición y tienes dudas al respecto, contacta con nosotros y cuéntanos. Podemos asesorarte. ¡Te esperamos!
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