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Plan estratégico de una empresa: beneficios y pasos

El plan estratégico de una empresa es un documento donde se plasman las decisiones, principalmente a largo plazo, que va a tomar una empresa.

Siempre ha sido necesario contar con uno, pero su importancia ha crecido en estos últimos años, debido a que las empresas se han sometido a un entorno en constante cambio: tendencias del mercado, economía, nuevas tecnologías o competidores.

Contar con un plan estratégico permite reducir la incertidumbre del entorno de la compañía. En el siguiente artículo te contamos cómo elaborarlo y qué elementos son fundamentales. 

¿Qué es el plan estratégico de una empresa?

Como anticipábamos en el párrafo anterior, el plan estratégico de una empresa es un documento donde se plasman todas las decisiones a largo plazo que va a tomar una empresa, con los objetivos, las metas y la hoja de ruta que debe seguir una organización para conseguirlos.

Es decir, es un documento donde se recoge lo que se quiere conseguir y cómo lograrlo. Permite establecer la hoja de ruta que se va a seguir para alcanzar la meta y establece la manera en que las decisiones se transforman en acciones.

Su objetivo principal es dar respuesta a las cuestiones empresariales que se puedan producir a futuro, teniendo en cuenta la mayor parte de los escenarios que pueden aparecer. 

Además, gracias al plan estratégico se pueden detectar oportunidades de negocio, impulsar las fortalezas de la organización y reducir los puntos débiles. 

El horizonte que se suele plantear es de tres a cinco años, aunque dependiendo de la empresa, su entorno, sector u objetivos esto puede variar y ampliarse o reducirse.

Plan estratégico vs. Objetivos de la empresa

Es importante no confundir estos dos términos, ya que los objetivos de la empresa hacen referencias a las metas en general. Además, su periodo de aplicación suele ser menor, normalmente semestrales o anuales. Su objetivo es darle al equipo una idea clara de qué se pretende lograr durante un periodo determinado.

En cambio, el plan estratégico de una empresa está pensado más a futuro y abarca, como mínimo tres años. Define qué acciones tendrá que llevar a cabo la compañía a nivel empresarial para poder abordar todos los retos, desafíos y problemas que vayan apareciendo en el futuro.

Importancia del plan estratégico

No queda duda alguna de cuál es la importancia de un plan estratégico. Su objetivo fundamental es reducir la incertidumbre en torno al futuro, ya que define la hoja de ruta que debe seguir la empresa teniendo en cuenta los posibles escenarios que puedan aparecer. 

Gracias a un buen plan estratégico el proceso de toma de decisiones a largo plazo mejora, lo que permite reducir el tiempo y los recursos destinados a las decisiones improvisadas y permite la anticipación a los hechos futuros. 

Es una herramienta indispensable que todas las empresas, independientemente de su tamaño, deben trabajar de forma cuidadosa para disminuir la incertidumbre del futuro. 

Pasos para crear el plan estratégico de una empresa

El plan estratégico busca abarcar una serie de elementos fundamentales dentro de la empresa. Para no olvidar ninguno, es conveniente seguir una serie de pasos que deberían estar presentes en todo plan empresarial:

1. Definir los propósitos de la empresa

Lo primero que hay que hacer a la hora de crear el plan estratégico de una empresa es sentar las bases, es decir, definir qué es la organización, a qué sector pertenece, cuáles son sus principios y qué se quiere lograr.

En este sentido, debemos definir:

  • Misión: su razón de ser. Por qué existe, por qué la empresa ofrece un determinado producto o servicio y qué quiere aportar al mercado.
  • Visión: permite definir cuáles son los objetivos de la empresa y su motivación para crecer. Esta debe ser alcanzable y objetivo.
  • Valores corporativos: son los principios éticos con los que se identifica la empresa y rigen su manera de actuar.

2. Hacer un análisis interno y externo

Para diseñar estrategias es necesario realizar un análisis previo para conocer la situación tanto de la empresa como del entorno en el que se ubica.

A través del análisis interno, las organizaciones deben ahondar, de manera especial, en los procesos que llevan a cabo. El objetivo de esta investigación es detectar los aspectos positivos de la empresa, para sacar el máximo provecho, e identificar aquellos en los que debería mejorar.

El análisis externo ayuda a las empresas a conocer cómo los cambios tecnológicos, el mercado o la situación social, política o económica pueden afectar, tanto negativa como positivamente, a la situación de su empresa. 

Para realizar este estudio se puede utilizar el análisis DAFO, que mide debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.

3. Definir los objetivos

Tras realizar el análisis de la situación interna y externa de la empresa y conocer el punto de partida, es el momento de determinar los objetivos de la compañía. 

En este proceso también se debe analizar la competencia para encontrar las oportunidades que brinda el mercado. Los objetivos deben ser SMART específicos, mensurables, alcanzables, relevantes y temporales.

4. Definir las líneas estratégicas

Una vez que se han definido los objetivos, es momento de diseñar las estrategias que se van a llevar a cabo para que estos se cumplan.

Es un paso muy importante, ya que es el momento exacto en que se define la hoja de ruta que la empresa va a seguir. Un paso el falso puede suponer la diferencia entre una estrategia exitosa o una fallida.

A la hora de definir las estrategias es importante hacer una estimación de los recursos que se van a destinar para llevar a cabo el plan estratégico.

Para ello, se puede elaborar un documento donde se registren los costes y posibles ingresos de cada acción. Gracias a él podremos conocer la viabilidad del proyecto.

5. Desarrollar un plan de acción

En este punto es fundamental crear un documento que recoja las líneas de actuación, quienes son los responsables de llevar a cabo las diferentes tareas y cuál es el tiempo que tienen para desarrollarlas.

Asimismo, se debe establecer una jerarquía de las actividades según su importancia para conocer qué tareas deben priorizarse. En esta etapa se puede utilizar un diagrama de Gantt o un mapeo de procesos como ayuda. 

6. Implementar y evaluar

Una vez estén cubiertos los pasos anteriores es el momento de poner en marcha el plan estratégico de una empresa que debe involucrar a todos los departamentos y personal de una organización. 

Además, una vez que el plan esté en funcionamiento es muy importante medir y evaluar los resultados que se están obteniendo. 

Para ello, es fundamental establecer unos indicadores clave (KPI) que permitan evaluar y hacer un seguimiento del plan, y establecer un plan de actuación en caso de que los resultados no sean los esperados. 

Si necesitas ayuda para elaborar el plan estratégico de tu empresa o quieres más información, contacta con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.

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