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Invierte en personas y tecnología o compite sin red.

Quien más quien menos está pasando de un estadio de perplejidad, incertidumbre y preocupación a un estadio de reflexión y actuación, tras la pandemia y la acuciante necesidad de abordar la transformación digital. Muchas pymes ya empiezan a tomar decisiones y actuar en este sentido. Las grandes compañías iniciaron este camino hace un poco más de tiempo con desigual fortuna. Muchas no balancearon correctamente el binomio personas y tecnología.

En este post reflexionamos sobre cuál es, a nuestros juicio, el mejor modelo de organización para mantener y reforzar nuestra posición competitiva en el mercado. Y así encajar mejor en futuros nuevos modelos sociales y económicos.

Personas y tecnología

Cualquier negocio tiene dos pilares sobre los que descansan todos sus procesos. Son cruciales para la fabricación y la entrega de la propuesta de valor: las personas y la tecnología digital:

  • Respecto a las personas, cada vez mejor conectadas entre ellas y con un conocimiento distinto y un talento valioso. Ya no es descabellado pensar que cualquier persona, esté donde esté, pueda formar parte de tu equipo. Ahora bien, tu organización deberá ser realmente atractiva y contar con una excelente reputación y una mejor brand employment, que permitan atraer y retener a los perfiles requeridos en cada momento.
  • Respecto a la tecnología digital, cada vez evoluciona más rápido, los ciclos de obsolescencia son más cortos y, por lo tanto, el periodo de amortización se reduce drásticamente. La velocidad y la flexibilidad son ya las características principales, que definen la infraestructura de las empresas. Conceptos como open source y maker van a modificar modelos de negocio, que hoy nos parecen tan sólidos como una roca.

Transformación no, evolución

Si pensamos en las personas y en la tecnología como líneas que se intersecan para alejarse y volverse a intersecar más adelante en el tiempo, observamos que históricamente cada punto de corte ha representado una singularidad en nuestra evolución como sociedad.

Un cambio de consciencia que nos ha permitido construir organizaciones más eficientes y más humanas. Así pues, es necesario eliminar la palabra “transformación” y su tremendismo asociado. Es más lógico pensar que estamos delante de una evolución, un evolución que exige mucha agilidad e instinto. Cierto, pero al fin y al cabo una evolución.

En este contexto evolutivo, a las organizaciones se les exige capacidad de adaptación y sobre todo, capacidad de reacción continúa. Algunas reacciones serán más meditadas y certeras, otras más instintivas y fallidas. La suma de ellas permitirá a la empresa evolucionar. Y esta dinámica de constante cambio, no existe organización jerárquica y vertical que lo resista.

Modelo ideal de organización: la red

El modelo ideal de organización ha de basarse en una red. Por las siguientes razones:

  • Es un modelo que por naturaleza es flexible y dinámico. Sus nodos pueden crearse, añadirse, eliminarse, modificarse en función de la evolución de nuestro entorno y de nuestras necesidades. Pueden ser personas (talento y conocimiento), pueden ser otras empresas (personas + tecnología), puede ser tecnología únicamente (bots, cloud, servidores,…), etc…
  • La red te soporta, si tú aportas esfuerzo para su mantenimiento y su existencia. Si aportas valor, podrás permanecer en ella. Si tu valor es diferencial, podrás escoger a que red o redes pertenecer. Las redes que más atractivas sean y más valor aporten al resto de la sociedad, competirán con ventaja.
  • El concepto de red lleva implícitos conceptos como compartir, colaborar, aportar y bien común. Lo más potente es que no hace distinción entre individuo y organización. Lo importante es el valor que como nodo o intersección se aporta al objetivo común.

Imaginaros qué tipos de redes podemos conformar si diseñamos procesos ágiles basados en reaccionar y colaborar y permitimos la unión natural de conocimiento, personas, infraestructura, proyectos, motivaciones, etc. El plano bidimensional se queda claramente pequeño. Estamos delante de auténticos universos tridimensionales colaborativos conectados con otros muchos. Reflexionemos sobre esto y que camino nos queda a cada uno de nosotros y de nuestras organizaciones para conseguirlo.

El éxito necesita un planteamiento estratégico

En definitiva, los cambios han venido para quedarse, pero las ventajas de la economía digital tanto para las personas como para las empresas son innegables. No obstante, para que las empresas lleven a cabo una estrategia empresarial exitosa, es necesario plantearse y diseñar una reestructuración del negocio antes de llevar a cabo la implementación de las nuevas tecnologías. Es decir, tan solo el utilizarlas no implicará una transformación. Si quieres comenzar con esta transición y tienes dudas al respecto, contacta con nosotros y cuéntanos. Podemos asesorarte. ¡Te esperamos!

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