A nivel práctico para nuestras empresas, debemos asimilar que sostenibilidad y negocio han unido sus destinos. Ya nadie duda de que nuestro planeta está al límite y que nuestro modelo económico y social está influyendo en su transformación. Nunca más ambos conceptos se van a poder entender por separado.
Introducir la sostenibilidad como otro ingrediente en el modelo de competencia no debería ser difícil. Pero, a nivel individual, ¿estamos los consumidores dispuestos a renunciar a parte de nuestro bienestar y sacrificar nuestra conveniencia consumista? Entramos en la era de la economía de la renuncia, donde la sostenibilidad marcará el camino y el mercado la velocidad.
Para nuestros expertos en estrategia empresarial y economía digital, existen dos fases diferenciadas en el tránsito del modelo económico actual basado en la abundancia a la economía de la renuncia:
Fase 1 de sostenibilidad y negocio: operaciones y procesos basados en la sostenibilidad
Las empresas deben encontrar el sentido económico y la ventaja competitiva a la sostenibilidad. Por que, no nos engañemos, la presión no viene del mercado, como explicaremos más tarde. Esa ventaja a la que nos referimos (ya la hemos expuesto en otros posts) nace de la eficiencia y del ahorro.
En términos de sostenibilidad y negocio, la eficiencia derivada por ejemplo del ahorro de energía, reciclado de materiales, política de kilómetro cero, etc. inciden de manera decidida en la reducción de costes.
¿Por qué hablamos de enfocarnos primero en las operaciones y en los procesos? A nivel particular, la mayoría de las empresas disfrutan de procesos muy optimizados y acordes a la normativa vigente. Sin embargo, todos somos conscientes de que aún se podría hacer más, pero las reglas deben ser para todos iguales. De esto se encargarán las administraciones guiadas y tuteladas desde Europa.
Por la tanto, quieran o no quieran nuestras empresas van a tener que adaptarse a nuevas normativas. Aún así, quedará una segunda fuente de eficiencia. Vendrá dada por la cooperación. La extrema interdependencia de las cadenas de suministros, exigirán que las empresas cooperen para conseguir balances de sostenibilidad aún mayores y, por ende, mayores ventajas competitivas. Será el paradigma de la unión entre sostenibilidad y negocio, llevada a la máxima expresión.
Fase 2 de sostenibilidad y negocio: una propuesta de valor basada en la renuncia
Cuando los procesos y las operaciones estén optimizados desde el punto de la sostenibilidad, tampoco será suficiente para el planeta. Nuestro consumismo es desmesurado. Será el momento de la economía de la renuncia.
Hasta llegados a este punto, muy pocos consumidores están dispuestos a sacrificar su bienestar y conveniencia a favor del medio ambiente. El equipo de The Flash Co lo comprueba en cada estudio que realiza para los sectores que trabajamos. El consumidor se declara fervientemente defensor del medio ambiente, pero no está dispuesto a renunciar a ciertas funcionalidades, a asumir responsabilidades en el reciclado y, por supuesto, a pagar más. No quiere renunciar.
Pero llegará un momento que deberemos renunciar. Ese momento aún no ha llegado. Las empresas no se atreven a exigirlo, a no ser que se exija por normativa o todos sus competidores accedan a hacer lo mismo. Optimizar y hacer más eficientes es más sencillo y rentable que tocar la propuesta de valor.
Sin duda, como decíamos al inicio, sostenibilidad y negocio no se van a entender por separado. Y esto pasa por crear en nuestras sociedades la necesidad y la obligación de la renuncia. La hemos llamado la economía de la renuncia, también la podríamos haber llamado la economía del sentido común, del respeto intergeneracional, de la inteligencia, etc… Pero, como muchos somos egoístas, creemos que estamos renunciando, cuando en realidad estamos ganando calidad de vida y un futuro para nuevas generaciones.
El éxito necesita un planteamiento estratégico
En definitiva, los cambios han venido para quedarse, pero las ventajas de la economía digital tanto para las personas como para las empresas son innegables. No obstante, para que las empresas lleven a cabo una estrategia empresarial exitosa, es necesario plantearse y diseñar una reestructuración del negocio antes de llevar a cabo la implementación de las nuevas tecnologías. Es decir, tan solo el utilizarlas no implicará una transformación. Si quieres comenzar con esta transición y tienes dudas al respecto, contacta con nosotros y cuéntanos. Podemos asesorarte. ¡Te esperamos!
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